¿Qué es y para qué sirve un tónico facial?
¿Lo usas sólo por inercia o entiendes ampliamente el montón de funciones y beneficios que este pequeño tesoro cosmético puede ofrecer?
Pues mira, un tónico facial hidratante (como este de Akame) sirve para mucho más que tonificar: también limpia, hidrata, calma, desinflama, suaviza la piel, la ayuda a fortalecerse, la deja tersa y lisa, y disminuye el tamaño de los poros para que esté bien dispuesta, preparada y fuerte, para todos los tratamientos que te pongas y para todo el día que te espere.
Eso sí, esto no lo hacen todos los tónicos del mercado. Muchos de los tónicos convencionales están hechos a base de ingredientes sintéticos, tóxicos y muy irritantes que, a la larga, pueden hacer más daño que otra cosa en tu piel y tu barrera cutánea.
¿Nuestro consejo? No te la juegues y escoge un tónico con garantías de calidad: que cuide y mejore tu piel al instante de aplicarlo pero también sea una inversión cutánea a largo plazo, garantizando salud, equilibrio, bienestar y belleza para tu piel futura.
Este está hecho a base de plantas mediterráneas: Aloe Vera, limón, lavanda, té verde, manzanilla, hamammelis, camelia, caléndula, camomila… ¿A qué parecen ingredientes de la pócima de un druida? Lo son: ingredientes medicinales vegetales maravilla para cuidar tu piel y tu equilibrio cutáneo de manera natural, sin artificios.
Magia natural, al fin y al cabo, para cuidarte con consciencia y mucho amor, que es lo que mereces.