¿Está tu cocina libre de tóxicos?
Está muy claro.
Te interesa y te vibra la vida eco-lógica.
Cuidas mucho que los alimentos que ingieres sean sanos y libres de pesticidas.
O, tal vez, estás en el camino de esa necesaria conversión hacia la ecología y la salud que sabes que tu cuerpo merece.
Agua filtrada, alimentos de Km0, con certificación ecológica, zero waste, leches vegetales…
Pues eso está genial, tanto para tu salud como para la del medio ambiente, PERO (¿acaso no veías venir que había un pero?) de nada sirve que nos aseguremos que nuestros alimentos han sido cultivados, criados o elaborados en total ausencia de tóxicos si luego los cocinamos en una sartén de teflón o de aluminio, o si los guardamos o los tomamos usando utensilios de plástico.
Por esta razón, porque sabemos que te gusta cuidar tu salud, en este artículo vamos a tratar de hacer un compendio de los materiales que deberías descartar a toda costa para cuidarte también cuando cocinas, y te proporcionaremos una lista de alternativas seguras para que puedas crear tus sabrosos platos eco-lógicos con total garantía de salud para tu cuerpo serrano.
¿Te interesa?
Pues vamos allá.
Los tóxicos que se esconden en tu cocina
Plástico, teflón, aluminio, cobre…
Representan enormes venenos para tu salud.
¿Cocinarías en una olla que estuviera recubierta con una leve capa de veneno?
¿Añadirías ingredientes a tus guisos que tuvieran como advertencia una calavera enorme señalando peligro?
¿Acudirías a un restaurante en el que, en lugar de sal, echaran cal a las comidas?
Pues si utilizas alguno de estos materiales para preparar tus platos diarios estás haciendo algo similar a todo esto, que tan descabellado parece.
Puede que haya muy pocas advertencias sobre este tema pero es una realidad como la copa de un pino: cuando cocinamos con según qué utensilios estamos contaminando nuestros alimentos con metales pesados o materiales sintéticos.
Y cuando decimos “contaminar” decimos “intoxicar”.
IN-TO-XI-CAR.
Porque sí, nos intoxicamos con este tipo de materiales.
Nuestro organismo no tiene capacidad para eliminarlos, así que se quedan ahí, dentro de ti, produciendo una intoxicación pausada, sin prisa ninguna, que acaba afectando a nuestro cerebro, nuestro corazón, nuestro sistema inmune, nuestras células, nuestra energía, nuestra piel…
Por esto, es muy importante conocer si, cuando cocinamos, lo estamos haciendo con un material saludable o no. Lo mismo cuando envasamos, guardamos en nevera y/o congelador o llevamos la comida fuera de casa… mejor hacerlo con garantías. ¿No crees?
La realidad pura y dura es que no todos los materiales son seguros y que puede que estés utilizando alguno de ellos en casa.
Así que presta atención, cárgate de información (aquí y en otras partes) y elimina todo lo que te hace daño para ser aún más eco-lógica, maravillosa y saludable de lo que ya eres.
Son pequeños pasos, elecciones simples, diminutas eliminaciones de cosas que consideras “necesarias” las que te liberarán de la toxicidad para siempre.
Y es mucho más sencillo de lo que puede parecer. Sólo hay que echar a andar, abrir bien los ojos y acostumbrarse a escoger con cabeza, sostenibilidad y garantías de salud.
Una vez empieces no podrás parar y, rápidamente, te resultará muy sencillo identificar todo aquello que resta y no aporta absolutamente nada a tus cocinados y tu nutrición.
5 materiales tóxicos para descartar en tus cocinas y sus alternativas
1. El plástico
Odiamos el plástico.
Hace daño a la salud, es asesino de ecosistemas, y su descomposición es ficticia e invasora.
Para colmo, es el material más usado en nuestra sociedad. No sólo para fabricar utensilios de cocina baratos e inseguros, también está muy presente en envases, recipientes, juguetes, muebles, ropa, cosmética…
Pero le tenemos la guerra declarada.
Y no nos cansamos de repetir que la única R que encaja en el consumo de plástico es la de RECHAZAR, porque ni se recicla lo suficiente como para que deje de ser un problema ni tampoco reutilizarlo es seguro para la salud.
Está más que comprobado científicamente que la mayoría de plásticos son tóxicos para nuestro organismo. Mucho más si se someten a cambios de temperatura.
¿Nunca te has fijado en el aspecto de una botella de plástico cuando la dejas al sol con agua dentro?
¿O en esos tuppers de plástico tan baratos y de colores divinos que venden en las grandes superficies y que al cabo de pocos usos tienen un aspecto de ser más viejos y estar más trillados que Matusalén?
Además, es complicado de limpiar. No hay manera de que se le caiga la grasa (a no ser que los riegues con productos químicos de limpieza de uso más que cuestionable) y el olor de los garbanzos que te comiste el lunes se mezcla el viernes con tu ensalada de rúcula y con la grasilla imposible de quitar y contaminada con químicos.
Un consejo: declárale la guerra tú también al plástico
Sus principales componentes perjudiciales son el Bisfenol A (más conocido como BPA) y los Ftalatos (DEHP;BBP;DBP;DIBP) y provocan desordenes hormonales, infertilidad, problemas digestivos, cáncer…
Además, su ciclo de vida es contaminante desde el inicio hasta el final, desde que se crea (un proceso altamente contaminante) hasta que –años y años y años después de ser usado y desechado- se convierte en micro plásticos que vuelven a nosotros y a nuestro organismo a través de los alimentos que consumimos y del agua que bebemos, por no hablar de que –además- matan el planeta y a todos sus habitantes.
¡PUAG!
Para que tengas una referencia de cada tipo de plástico existente, te dejamos esta tabla:
Cada tipo de material plástico tiene asociado un número que te dará muchas pistas tanto para saber de qué tipo es, cómo reciclarlo o su manera de comportarse si lo sometemos a fuentes de calor.
Si no te queda otra que escoger plásticos has de saber que el polipropileno PP (Grupo 5) y el Tritan (Grupo 7) son los únicos plásticos recomendados por la OMS para estar en contacto con alimentos (son estables en contacto con alimentos ácidos y alcalinos y resisten el calor y la corrosión de forma aceptable).
Además, el Tritán no tiene BPA y es el único plástico que te recomendamos si no tienes más alternativas.
Haz una captura de pantalla o grábate la tabla de arriba en la cabeza.
Y, por supuesto, si te gusta cuidarte con garantías de salud para ti y para el medio ambiente no lo dudes: descarta los plásticos de tus utensilios de cocina (y de tu vida en general).
¿Alternativas al plástico?
Lo dicho: la mejor decisión es Rechazar el plástico.
El material más eficaz, sostenible, higiénico y duradero que puedes incorporar a tu vida para rechazar de pleno el uso de plásticos en cocina es la silicona de grado alimenticio.
Existen multitud de alternativas hechas con este material y diseñadas para facilitarte el reto que puede suponer decir “No” a los plásticos: los tuppers, el papel film o de aluminio, los moldes para hacer bizcocho, las fiambreras de plástico para transportar alimentos…todos los plásticos que hay en tu cocina tienen una alternativa fabricada en silicona de grado alimenticio perfecta.
Sólo es cuestión de buscar en los lugares correctos.
Aparte de las ventajas ya descritas de este material, totalmente inocuo para la salud porque está libre de BPA, ftalatos y demás sustancias tóxicas, cabe resaltar también que la silicona de grado alimenticio es un material reutilizable con garantías de salud e higiene que puede durar años y años sin procurarle cuidados más allá de una limpieza con agua y jabón. Además, puede meterse en el microondas, en el lavavajillas, en el horno y en agua hirviendo (soporta hasta 260 grados, así que puedes utilizarla para cocinar) e incluso en el congelador. Flexible pero fuerte, no acumula olores ni sabores, no traspasa tóxicos a tus alimentos y es súper versátil a la par que económico.
Cuando la conozcas y la incorpores a tu día a día te preguntarás porque no obligan, por ley, a dejar de usar plástico en el contacto con nuestros alimentos y bebidas.
Nosotros no somos una tienda con excesivo menaje, pero la silicona de grado alimenticio reina en nuestras estanterías como la alternativa perfecta para llevar una vida zero waste.
Si te interesa conocer todos los artículos que tenemos de este material sólo tienes que pasar por aquí o por aquí y echar un ojo.
Y si te interesa leer más sobre los porqués de nuestro odio al plástico y sobre lo dañino que es, puedes pasarte por este otro artículo de nuestro blog, dedicado exclusivamente al plástico y con consejos para conseguir rechazarlo.
2. El Aluminio
Aunque muchos países han prohibido ya su uso, el aluminio es otro gran omnipresente del que nunca se recalca lo suficiente lo increíblemente dañino que es: envases de comida industrial, alimentos enlatados, utensilios de nuestra cocina o su uso para cocinar y envolver alimentos son factores comunes pero altamente tóxicos para la salud.
¿Sabes que el aluminio se deposita en el cerebro?
¿Y que está altamente relacionado con trastornos mentales como el Alzheimer? ¿O que es una de las causas de muchos trastornos mentales y gastrointestinales?
Pues así es.
Y aún así, ahí sigue, contaminando nuestro organismo con el silencio cómplice de muchos legisladores.
Con el aluminio pasa un poco como con el plástico:
Su proceso de fabricación y de venta es muy barato y, por ello, es interesante para que algunas empresas se hinchen de beneficios. Lo que no se cuenta ni se sabe es que este material tan extendido y usado es altamente tóxico para tu salud y, además, muy pero que muy contaminante tanto producirlo como desecharlo.
Su principal componente tóxico y perjudicial es el Metal de aluminio, que una vez que entra en nuestro cuerpo a través de los alimentos, es absorbido por nuestro organismo, acumulándose y produciendo graves problemas.
Además, en contacto directo el aluminio es capaz de reaccionar químicamente cuando se trata de alimentos ácidos, lo que eleva su toxicidad.
Vamos, una joyita.
Pero claro, es un material barato y, además, ligero y muy buen conductor del calor, así que reina en los menajes de cocina, sobre todo en utensilios como ollas, sartenes o moldes.
Se pueden encontrar utensilios de cocina hechos de aluminio que luego son sellados con otros materiales inocuos, pero esta opción es algo complicada porque hay que averiguar qué tipo de materiales son esos y si el recubrimiento en cuestión es o no es tóxico, lo que puede ser el cuento de la buena pipa y poco práctico.
Nuestro consejo: evitar el aluminio también en nuestras cocinas y nuestra vida, sustituyéndolo por materiales seguros que no necesitan recubrimientos para esconder su toxicidad.
Más simple que andar jugando a detectives con materiales destinados a recubrimiento. ¿No te parece?
¿Alternativas al aluminio?
Si lo que buscas es sustituir tus ollas de aluminio por otras más seguras para tu salud tienes un montón de alternativas en función de tus necesidades y del tipo de fuego que utilices e incluso de los tipos de cocinados que prefieras.
Las ollas son un básico en las casas para infinidad de preparados, eso es cierto. Y según necesidad y preferencias puedes escoger entre distintos materiales seguros para poner en el armario de tu cocina, en tus preparaciones y en tus ricos platos de cada día: el cristal, la cerámica y la porcelana pueden ser buenas alternativas (y además hay piezas de menaje preciosas) pero si buscas un metal seguro, resistente y atóxico la mejor opción será el Titanio.
Elegir el Titanio como material metálico para el menaje de cocina es todo un acierto: este material puede presumir de aunar ligereza y calidad excepcional (absolutamente nada que envidiarle al aluminio) a la par que salud, resistencia a altas y bajas temperaturas, fuerza, atoxicidad, buena conducción del calor, higiene y durabilidad.
Todo virtudes.
¿Los contras del Titanio? Muy pocos.
A nosotros, de hecho, sólo se nos ocurren dos: su precio, que es ligeramente más elevado (a la larga no, porque durará un montón) y que es algo menos “mono” que otros materiales (para que lo visualices, si no caes: el menaje de titanio es ese que parece sacado de un catálogo de vida camper).
Además, sus pocos contras los compensa con otros tres puntos extra a su favor: tiene la característica de ser antibacteriano (es decir, inhibe el crecimiento de bacterias, garantizando más salud), no se oxida y es el metal más biocompatible que existe en el mercado en estos momentos (es completamente atóxico y no produce ningún tipo de alergia o problema una vez está instalado en nuestro organismo).
3. El Cobre
Junto con el aluminio, el cobre es uno de los metales que mejor conduce el calor, y por ello suelen ser parte de las bases de ollas y cazuelas. Si la base es exterior, la que está en contacto con el calor, puede pasar, pero es muy importante que nunca jamás se utilice para cocinar porque no debe estar en contacto con los alimentos.
Los utensilios de cobre suelen ser bastante decorativos. Quedan bien en las cocinas como adorno, sí, eso no vamos a negarlo. Pero no es lo mismo decorar que utilizar para cocinar. ¿Verdad?
Para empezar, no se recomienda usarlo en la cocina por su especial tendencia a la oxidación.
Pero es que, además, su uso en la cocina transmite a nuestro cuerpo partículas de cobre de origen metálico que estaremos absorbiendo y que a nuestro cuerpo le resultará muy complicado eliminar.
Reacciona especialmente cuando le incorporamos alimentos ácidos a temperatura ambiente y tiene asociado el peligro de toxicidad por oxidación que le es propio al cobre.
Total: hay que descartar su uso completamente.
Entre los muchos efectos dañinos que puede causar en tu organismo ingerir un metal así están la anemia, las afecciones del sistema nervioso, afecciones sobre el metabolismo, enfermedades del hígado, enfermedades oculares, disminución de la capacidad pulmonar…
¿Con qué necesidad?
¿Alternativas al cobre?
Si quieres sustituir sartenes y ollas de cobre por otras de otro material, de nuevo, te remitimos al Titanio y a las características y bondades enumeradas más arriba en este mismo artículo.
De todas formas, y si lo tuyo es la decoración, las cosas bonitas y con un punto de sofisticación, puedes sustituir tus utensilios y tu menaje de cobre por otros de vidrio, porcelana o cerámica.
En este punto es importante tener cuidado y mirar muy bien qué se compra y de qué está hecho exactamente.
Que no todo lo clasificado como “bonito” tiene porque ser adecuado.
La cerámica, la porcelana y el cristal vitrocerámico (o vidrio vitrocerámico) resisten bien al calor y son aptos para todo tipo de cocinas excepto las de inducción.
Las de cristal vitrocerámico son ollas transparentes, así que se puede ver el proceso de cocinado de los alimentos y controlar sus procesos. Además, nos parecen originales y preciosas y este material reúne las características de atoxicidad que quieres en tu cocina si andas leyendo esto.
Por su parte, la porcelana es un material de alta dureza y resistencia que también es totalmente atóxico. Puedes encontrar ollas, cazuelas y cazos versátiles, resistentes al calor y muy muy elegantes.
Vamos, que es un material genial para lucir en esas mesas donde los anfitriones se preocupan de que no falte detalle.
Finalmente la cerámica (la de arcilla) es también atóxica y muy resistente a altas temperaturas, tiene ese punto más tradicional y es perfecta para los platos contundentes de invierno y de cuchara cocinados sin prisas a fuegos lentos.
4.El Teflón
El más famoso de los antiadherentes en utensilios de cocina.
Es un material sintético llamado PFTE (polifluorotetraetileno) muy conocido por sus aplicaciones en los cacharros de cocina pero muy presente también en cables, pinturas, lentillas, alfombras, prótesis médicas…
Aunque el peligro del PFTE deriva del APFO (también puede figurar como PFOA), una sustancia indestructible que se acumula en el cuerpo, que no se descompone en el medio ambiente y que causa dolencias tan graves como el cáncer endocrino y sanguíneo, hipotiroidismo, esterilidad, problemas de hígado, malformaciones en fetos…
Todo esto se sabe ya desde los años 60 pero, a pesar de ello, se continuó produciendo y vertiéndose en aguas y atmosfera: a día de hoy se ha encontrado APFO en ríos y mares, en plantas, en animales, en alimentos y hasta en la sangre de personas de todo el mundo.
Por si esto fuera poco, se sabe que el teflón, al calentarse por encima de los 250 grados, emana tantos tóxicos que podría matar a pequeños animales que se encuentran cerca y cuando se calienta por encima de los 160 grados ya libera productos químicos altamente tóxicos.
¿Necesitas más razones para no usarlo?
Existen multitud de menajes antiadherentes libres de teflón.
No lo necesitas para nada.
De hecho, el mismo PFTE sin APFO es una opción atóxica y antiadherente para incorporar al menaje de tu cocina.
¿Alternativas al Teflón?
La principal característica que se destaca del maldito Teflón es su antiadherencia.
Bien, por aportar un poco de información, has de saber que el Teflon es una mezcla de materiales patentada con ese nombre que contiene PFTE y APFO.
De estos dos materiales, sólo el segundo es altamente tóxico y muy muy peligroso.
Sin embargo, el PFTE es su otra cara: no reacciona con nuestro organismo ni con otras sustancias químicas (lo que quiere decir que no produce toxicidad ni interacciona con nuestro organismo) es flexible, ligero, aislante, impermeable, antiadherente y soporta bien las temperaturas.
Además, existe menaje PFTE reforzado con titanio (para darle aún más durabilidad y garantías de salud).
Antiadherencia, sí, pero con salud, por favor.
5. El Acero Inoxidable
Este tipo de material es muy conocido y muy popular en los menajes de cocina por su resistencia, durabilidad y porque, como su propio nombre indica, no se oxida.
Pero, ¿Qué es el acero inox?
Se le llama así a la aleación de diferentes metales (hierro, cromo, manganeso y níquel, en diferentes proporciones, dependiendo de la calidad del producto).
Algunos de estos componentes pueden ser dañinos para la salud, en especial el níquel, que tiene la característica de ser uno de los metales más tóxicos de la tabla periódica y está asociado al desarrollo de cáncer. Asimismo, el cromo también es un elemento preocupante y causante de enfermedades.
Ambos elementos, no obstante, aunque son parte de nuestra composición y deben estar presentes en la dieta, no deben ser absorbidos en grandes cantidades: la cantidad de ellos que necesita el organismo es muy baja y, si sube más de la cuenta, pueden desencadenar enfermedades, sobre todo de tipo dermatológico pero también endocrinas y cancerígenas.
Entonces… ¿No se debe usar el acero inoxidable en nuestras ollas, sartenes, cuchillos, cantimploras…?
Sí y no.
Es decir, depende de qué tipo de acero inoxidable escojas y del uso que hagas de él.
De todas las alternativas metálicas para la cocina, el acero inoxidable es una de las mejores: es resistente a la temperatura, a la corrosión química y a la oxidación y, además, es fácil de limpiar. Y en condiciones normales de uso no resulta tóxica su liberación de metales a la comida.
Ahora bien, para que no sea tóxico y no contamine el organismo con excesos de níquel y cromo, que pueden ser muy dañinos, la mejor opción es elegir el acero inox de la máxima calidad en el mercado.
¿Y qué acero inoxidable es el mejor?
Pues hay dos tipos que pasan la prueba de ser atóxicos:
- El acero inoxidable 316, que es el top de todos los aceros inox. Si además es 316Ti, mucho mejor, porque está reforzado con titanio. Aunque la cantidad de titanio que se añade es muy poca (menos del 0.70%), aumenta considerablemente la resistencia a la corrosión a largo plazo, en especial para un uso continuado a altas temperaturas
- El acero inoxidable 304, que se subdivide en dos tipos según la proporción de elementos metálicos que contiene. Por un lado está el 18/10, que para menaje de cocina y contenedores de agua o alimentos se considera de máxima calidad. Y el 18/8, adecuado para cuberterías y contenedores de alimentos y bebidas.
El resto de tipos de acero inoxidable no son recomendables para cocinar ni para almacenar comida ni bebida y, si puedes, es mejor descartarlos.
La mejor manera es buscar en tus cazos, sartenes, cuchillos… el número que tienen y descartar los que no sean 316 o 304.
Si, además, puedes sustituir el acero inoxidable para sartenes y ollas por Titanio, dejando el acero inox de máxima calidad para cantimploras, termos, fiambreras…pues mucho mejor porque el Titanio representa hoy por hoy el único metal totalmente seguro y atoxico para la salud.
Mejor prevenir que curar. Siempre.
Conclusiones
Para terminar este artículo, se nos ocurren 5 puntualizaciones (con consejo incluido) que quizás te ayuden un poco más:
- Hemos reducido los materiales de menaje más tóxicos a estos 5, por entender que son los más presentes y comunes en las cocinas. Pero esto no quita que debas abrir mucho los ojos para otro tipo de materiales que también pueden causar daño a tu salud. Antes de tomar decisiones, infórmate con consciencia sobre qué materiales añades a tu vida y da siempre prioridad a aquellos que no generan tóxicos ni son muy susceptibles a la corrosión, no te dejes llevar sólo por la estética sino por la funcionalidad, durabilidad, proceso de fabricación y componentes y comportamiento del material al calentarlo o contactarlo con tus alimentos.
- El camino de la vida eco y saludable, como la mayoría de caminos que merecen la pena, está lleno de obstáculos, prejuicios y dificultades que tendrás que ir sorteando para poder avanzar. Recuerda que tu salud y la salud de la Tierra están en juego en cada una de tus decisiones y que los pequeños pasos o gestos, aunque puedan parecer insignificantes o mínimos a escala individual, son gigantes a escala global. Piensa que de tus decisiones, de tus actos, de tus compras… se desprende cada día un hilo que coserá el presente y el futuro. Que no sólo actúas para beneficiarte tú (que también) sino que ese hilo determinará la forma de vivir de tus hijos y de los hijos de tus hijos… Constancia, consciencia y pequeñas dosis de fuerza de voluntad son enormes ingredientes para un mañana más saludable y sostenible.
- Hay otros materiales ideales, biodegradables, seguros y preciosos para añadir a tu cocina: los cucharones y las tablas de madera, los detergentes biodegradables, los estropajos y esponjas naturales, las vajillas y los cubiertos de coco… son otros materiales perfectos para sustituir a materiales tóxicos
- Aunque nosotros no tenemos una sección de menaje de cocina específica, en nuestra tienda tenemos muchas alternativas zero waste, biodegradables, ecológicas y sostenibles que puedes incorporar a tu día a día y a tu cocina.
Puedes darte una vuelta por nuestra pequeña selección pasando por aquí pero has de saber de antemano que (de momento) no disponemos de menaje tipo sartenes, ollas, tablas o cuchillos.
Para adquirir este tipo de objetos con total garantía de salud y ausencia de tóxicos te recomendamos la página de Conasi. Además de muchísima información de valor, disponen de una sección de menaje de cocina completamente atoxico. Y no, no nos llevamos ninguna comisión ni se trata de un enlace de afiliados ni nada por el estilo, pero nos gusta recomendar sitios que (sabemos) se mueven y trabajan con la intención de cuidar de la salud de personas y medio ambiente.
Por último, sólo decirte que toda la información aquí recopilada quiere ser una ayuda, una guía o una fuente de inspiración saludable pero, por supuesto, verifica por tu cuenta todo lo que te trasmitimos y escoge siempre para ti (no sólo en tu cocina, para todo en la vida) aquello que más te llene, te haga sentir a gusto y te libere de pesos negativos.
Y ahora cuéntanos…
¿Conocías la cantidad de tóxicos que se esconden en el menaje de cocina?
¿Conoces otros materiales fiables, duraderos y saludables para incluir en las cocinas que buscan ecología y salud?