Digámoslo alto y claro: los tampones son un invento para la comodidad femenina a la hora de menstruar, sí, pero también son un producto altamente tóxico para tu salud y la del planeta.
Es un hecho: la higiene femenina a base de productos convencionales (tampones y compresas hechos de plásticos, materiales sintéticos, cloros, hidrocarburos y ftalatos) supone un enorme peso contaminante para la Tierra, además de para el organismo de aquellas que aún continúan usándolos.
Y es comprensible: la copa menstrual o las compresas de tela son re-evoluciones que no encajan con todas las usuarias. Y al final, por comodidad, miedo o costumbres, nos resulta más sencillo utilizar tampones.
Pues bien, utilicémoslos, pero que sean ecológicos, hechos de materiales saludables, biodegradables al cien por cien, y libres de tóxicos dañinos para nada ni nadie: tampones como estos, de Nur, hechos cien por cien de algodón orgánico y amigos de tu salud, de la naturaleza y de la ética.
Porque no hace falta contaminar, ni exponerse a efectos secundarios, ni enfermar… para estar cómoda con tu menstruación. Sólo hace falta encontrar el producto perfecto.