“Yo he venido aquí a hablar de Levadura Nutricional”
Pero, antes, voy a hablarte de superalimentos.
¿Por qué? Pues la verdad… yo venía a escribir sobre la levadura nutricional, que (por si no lo sabes) es un maravilloso producto con sabor a queso y a nuez, con increíbles propiedades beneficiosas para tu salud.
…Venía aquí a contarte cómo este poderoso y sabroso condimento alimenticio ayuda enormemente a equilibrar el nivel de proteínas y vitaminas, que -según la teoría-, puede cojear más en dietas vegetarianas y veganas…
Pero, antes de escribir me he puesto a leer, por eso de ampliar conocimientos e investigar curiosidades, y resulta que he llegado a la conclusión (después de veinte o veintidós artículos consultados) de que la falta de proteínas, vitaminas, minerales… es casi más acusada en dietas que no son, precisamente, vegetarianas ni veganas.
¿La razón?
Las prisas, las compras rápidas, los productos precocinados, los procesados… Osea, la mala alimentación, para abreviar.
Y como “yo venía aquí a hablar de Levadura Nutricional” y no de cómo la cultura de las prisas y la inconsciencia nos obliga, incluso, a estar mal alimentados (por aquello de que no tenemos tiempo para pensar lo que comemos) me he parado a pensar en el término “Superalimento” y no quiero enroscarme en todas las maravillosas propiedades de la levadura nutricional sin pasear antes (un momento) por todo lo que engloba la categoría “Superalimento”.
Los superalimentos, comida con “super poderes” no necesariamente exótica ni terriblemente cara
Las modas son las modas.
Y las dicta quien las dicta.
Básicamente, los gurús del marketing, las grandes marcas y algunos personajes famosos (endiabladamente guapos y con la piel muy tersa) que se asoman a tu pantalla para contarte que están así de bien porque toman mucha espirulina u otro tipo de productos que a ti te suenan a chino y que se cultivan en lugares lejanos y exóticos…
…y tú, ves a Elsa Pataky, divina de la muerte y con un cutis de envidia, con las mejillas sonrosadas como si tuviera 18 años menos de los que tiene, y piensas: “Tengo que conseguir espirulina”.
No te dejes engañar.
Elsa Pataki es guapísima, eso es verdad, y se conserva estupenda, pero eso no es sólo porque tome un batido de frutas con espirulina cada día sino porque tiene un entrenador personal, y otro de yoga, y una estilista, una dietista… y duerme siempre las 8 horas de rigor, vive en una playa (¡con el mismísimo Thor!), las marcas de ropa interior se pelean por ella y engordan su cuenta con simplemente ponerse un bikini y dejarse fotografiar en una playa paradisíaca donde, además, después de currar, tendrá una suite esperándola, una playa privada, una cena nutricionalmente híper estudiada y preparada por un chef…
Viviendo como vive, sería terriblemente extraño si su apariencia no fuera radiante.
Pero nosotras no somos Elsa Pataki.
Ni falta que nos hace.
Porque todo eso que ella vende tan bien sobre la espirulina puedes conseguirlo tú con un plato de pasta integral, o una ensalada, o una crema de verduras de temporada… Sí, sí cualquiera de estos platos los aderezas con levadura nutricional.
“Claro que si guapi”: la espirulina es un superalimento. Pero la levadura nutricional también. Y el huevo, la quínoa, el ajo, el brócoli, el aguacate… aunque claro, son más accesibles y económicos.
Básicamente, se consideran súperalimentos aquellos alimentos que son ricos en nutrientes, enzimas, vitaminas, minerales, con alto contenido proteico…
Vamos, que también podrían llamarlos “alimentos medicina”. Y de paso honrar a Hipócrates, un griego que hace muchísimos años ya advirtió que era inteligente hacer de tu comida tu medicina.
Y no. No es que nos parezca mal que la salud y la buena alimentación se pongan de moda, pero sí que la publicidad juegue con los consumidores haciéndolos creer que todo lo sexi y cachas que es Elsa Pataki tiene que ver única y exclusivamente con tomar espirulina o está incluido sólo en este alga de nombre gracioso.
Porque eso no es verdad.
Así que, sí, los súperalimentos van más allá de los que nos vende la nueva moda de la salud sustentada por estrellas de Hollywood bronceadas y súper divinas. Y si no puedes comprar espirulina, siempre podrás combinar unas ricas legumbres, como las lentejas o los garbanzos, con un cereal, como el arroz o la quínoa, y estar súper bien alimentada con una opción súper económica.
Aguacate, ajo, espelta, levadura nutricional… son opciones más económicas para tu despensa que también llevan capa y antifaz y tienen superpoderes beneficiosos para tu salud.
Como siempre (y como en todo) la clave de la dieta (sean cuales sean las características de ésta) es la información (saber qué comes y qué te aporta lo que comes, además de sabor), el equilibrio (frutas y verduras de todos los colores y de temporada, cereales, legumbres, semillas, frutos secos…) y la procedencia (ahórrale a tu cuerpo los tóxicos añadidos de la agricultura no ecológica).
Lo demás es entregarse al placer que genera el buen comer.
Y ahora sí…
Hablemos de levadura nutricional
La levadura nutricional merece ser presentada por su sabor…
…con un toque a queso parmesano, y también un poco a nueces. Con un gusto muy especial y nada amargo.
Precisamente, por este sabor tan especial, la levadura nutricional es muy valorada entre personas que llevan dietas veganas: resulta un sustitutivo del sabor del queso ideal.
Simplemente espolvoreada, a modo queso rallado, sobre un buen plato de pasta, sobre una salsa untada en una tostada o en una sopa de verduras invernal, enriquece maravillosamente. Pero no sólo por el toque de sabor que aporta, sino porque sus numerosas propiedades son también una riqueza.
Contiene todos los aminoácidos esenciales. To-di-tos.
Es decir, que es una fuente rica de proteínas vegetales, las sustitutas perfectas de la proteína animal.
De hecho, más de la mitad de su peso son proteínas. Y libres de carbohidratos… lo que significa que… ¡no engorda!
Además. es totalmente apta para los que sufren de intolerancia al gluten.
Todo esto la hace ya bastante ideal, pero es que (agárrate) contiene vitaminas (especialmente del grupo B), minerales, fibra, enzimas termosensibles….
Un combo increíble de cosas buenas para tu salud.
Pero espera, que hay más:
tiene propiedades antivirales y antibacterianas; contiene Selenio, que contribuye a reparar el daño celular, y Zinc, muy importante para que los procesos de cicatrización sean correctos. Además, por su alta carga de probióticos causa efectos muy positivos en la flora intestinal; y como contiene mucha fibra, también cuida de tus digestiones.
Para seguir sumando, también ayuda al sistema inmunológico (gracias a los polisacáridos que contiene); y a controlar los niveles de colesterol y los niveles de azúcar en sangre ( porque es rica en cromo).
¿En qué se diferencia de la levadura de cerveza?
Pues, a diferencia de la de cerveza, la levadura nutricional no es un producto derivado de la fabricación de otro producto sino que se cultiva única y exclusivamente con fines alimentarios:
Se extrae de cultivos de melaza de la caña de azúcar y de la remolacha, que luego se someten a procesos de fermentación y de secado muy cuidados. Por tanto, no es un producto derivado de ningún proceso industrial (como la levadura de cerveza) sino totalmente natural, y con todas sus propiedades y nutrientes intactos.
Total, que si has de elegir entre levadura nutricional y levadura de cerveza, que sepas que la primera te aportará, además de un sabor más agradable, muchos más beneficios para tu salud.
Repasemos…
La levadura nutricional es sana.
Sencilla de usar.
Sabrosa.
Apta para celiacos.
Apreciada por veganos y vegetarianos por su alto contenido en proteínas vegetales.
Económica.
Versátil… (se usa hasta para postres).
Total: un “aliño” perfecto y cargado de propiedades para que (aunque no seamos Elsa Pataky) nuestro querido y maravilloso “body” se sienta a tope de energía y de salud.
Un condimento genial para estar radiantes, por fuera y por dentro, y para tomar cada día (disfrutando) en prácticamente todos los platos.
Un súper alimento en toda regla. O un alimento medicina, como más te guste.
Y tú… ¿Qué opinas sobre los super alimentos?
¿Has probado la levadura nutricional?
(Puedes seguir el vínculo de aquí arriba para encontrarla en nuestra tienda)
¡Cuéntanoslo todo en los comentarios!
Nos hará mucha ilusión leerte y saber que nos lees.
(Y tu opinión o tus dudas enriquecerán este escrito tanto como la levadura nutricional enriquece una buena ensalada)