Descripción
¿Por Qué Nos Gusta?
- Son una fuente de luz respetuosa con el medio ambiente y beneficiosa para la salud así que no podían faltar en nuestra lista de objetos recomendables para tu hogar
- Trasmiten buena energía y aportan cosas buenas al sistema nervioso, circulatorio y respiratorio
- Son como tener una ventana abierta por la que se cuela aire del bueno: una fuente natural de aire limpio que ayuda a eliminar el polvo, el polen, el humo del tabaco y muchos otros contaminantes que sobrevuelan a tu alrededor
- Dan una luz tranquila, romántica, acogedora, tenue, rosada, leve, pacífica… perfecta para sesiones de relajación, meditación y desconexiones caseras
- Al eliminar las partículas microscópicas de polvo, hongos, moho…, ayudan a reducir incómodas alergias e incluso a mejorar los síntomas relacionados con el asma
- Cuando se calientan, absorben iones positivos y expulsan iones negativos. Los primeros pululan mucho por tu casa y no son especialmente buenos para tu salud. Los segundos son los que –naturalmente- se encuentran en la naturaleza. Los primeros te descargan y los segundos te cargan. ¿Con cuáles te quedas?
- Protege el aire que respiras, por tanto, protege tus pulmones, ayudándolos a filtrar el aire de manera más eficiente
- Los iones negativos que emiten ayudan a contrarrestar la radiación electromagnética, es decir: la cantidad de vibraciones electrónicas creada a tu alrededor por la cantidad de aparatejos electrónicos que suelen rodearnos hoy día. Por esto, se recomiendan especialmente para colocarlas cerca de los dispositivos que más se usan en las casas (ordenador, televisión, teléfono móvil…) .
- Mejoran la calidad del sueño (en adultos y en niños) y son ideales para usar como lámpara quitamiedos en la habitación de l@s más pequeñ@s.
- Porque renuevan tu energía, de una forma parecida a como la renueva un paseo por el bosque o la playa, una acampada o una ducha tranquila. ¿Cómo? Pues los iones negativos aumentan el flujo de oxígeno que llega al cerebro; el resultado es un mayor estado de alerta, disminución de la somnolencia, más energía mental, menos migrañas…
¿Quieres saber más?
Las lámparas de sal son bloques de sal pura del Himalaya.
Su principal misión y propiedad consiste en emitir iones negativos, tanto de día como de noche.
Estos iones negativos se pegan a los iones positivos (aquellos desnaturalizados que han perdido sus moléculas) y los neutralizan.
Sí, es todo un poco técnico y «extraño» si nunca has oído hablar del tema…
Pero es sencillo cuando lo entiendes. Verás:
El cuerpo humano, el aire, el agua…todo lo que denominamos “materia”, está compuesto por átomos. Los átomos, unas partículas diminutas, se agrupan formando moléculas y, a su vez, están compuestos por tres tipos de partículas aún más diminutas: los neutrones (que no tienen carga), los electrones (que tienen carga negativa) y los protones (con carga positiva).
Vale. Todo esto te recuerda a la clase de ciencias del instituto o del colegio, ¿verdad?
Seguimos:
Los electrones, igual que los planetas que giran alrededor de una estrella, giran alrededor del núcleo del átomo.
De vez en cuando, uno de ellos salta y deja tras de sí un átomo cargado (ion). El único propósito que ese átomo tiene a partir de entonces es llenar el vacío que ha dejado tras de sí ese electrón que ha perdido. Es decir, que busca desesperadamente hacerse con un electrón de otra molécula para reemplazar a su electrón perdido.
Pues bien, las lámparas de sal, al emitir iones negativos, consiguen que éstos se peguen a los positivos, neutralizándolos.
¿Sigue pareciéndote complicado?
Piénsalo así: la función y los beneficios de la lámpara de sal son las mismas que proporcionan los ionizadores, purificadores de aire, ozonizadores… Y la teoría es la misma: el exceso de iones positivos en el aire, provocados en su mayoría por aparatos electrónicos, wifis y otros dispositivos, es perjudicial para la salud. Por ello, una emisión de iones negativos contrarrestará los efectos dañinos de la sobreexposición eléctrica en la que vivimos.
Y si, puede parecer ciencia ficción (sobre todo si eres de “Letras”) pero no lo es. Es ciencia.
Y está científicamente demostrado que las personas sometidas a un ambiente con mayor cantidad de iones negativos perciben cambios beneficiosos en su salud (disminución de dolores de cabeza, menos estrés, mejor oxigenación, desaparición del insomnio…) de la misma manera que está científicamente demostrado que un aire cargado en exceso de partículas positivas produce malestar, fatiga, irritación, migraña, afecciones en las vías respiratorias y muchas otras dolencias.
¿En qué lugares abundan de forma natural estos iones negativos?
En bosques, playas, ríos… después de una tormenta o de una tarde de lluvia… y en las lámparas de sal, que al calentarse los desprenden.
¿Qué tipo de mantenimiento necesita una lámpara de sal?
Ninguno especial.
Sólo debes recordar que la lámpara está hecha de sal, por lo que absorbe fácilmente humedad y agua. Por ello, se recomienda no utilizarla ni dejarla en lugares exteriores ni tampoco se debe situar en habitaciones con exceso de humedad (como bodegas, sótanos…).
El único tratamiento que necesitan para estar perfectas es mantenerlas secas.
Para limpiarlas y alejarlas de la humedad del ambiente, bastará con pasarles un paño seco.