¿Te tiñes el pelo?
¿Estás pensando en teñirlo?
Si has contestado afirmativamente a alguna de estas dos preguntas, este artículo te interesa porque venimos a hablarte de tintes, de estar guapa con salud y garantías, y de composiciones peligrosas que no deberían estar en contacto con tu piel.
¿Te quedas?
Empezaremos con números…
Quizás aún no lo sepas, pero en la composición de los tintes sintéticos actuales, incluso en la de aquellos que lucen en su etiqueta principal, bien resaltada, la frase ·sin amoniaco”, se utilizan más de 5000 sustancias químicas diferentes.
5000 sustancias químicas.
¿No te parece excesivamente excesivo?
Parafenilendiamina, Mercurio amoniacal, hidróxido de amonio, nonilfenol,parabenos, phathalatos, resorcinol, formaldehído, acetato de plomo… la lista es larga, peligrosa y repleta de nombres que parecen escritos en otros idiomas.
Pero lo peor no son sus nombres sino sus efectos sobre el organismo y tu salud. Porque todo lo que entra en contacto con tu piel es absorbido, ingerido por tu organismo, y una vez dentro de él, actúa.
Y todas las acciones que estas (y otras muchas) sustancias hacen dentro de ti no te llevan, para nada, a beneficios saludables.
Verás, está estudiado que 1 de cada 3 mujeres mayores de 18 años se tiñen el pelo.
Eso son muchas mujeres.
Si subimos la media de edad a los 40 años el número de mujeres que utilizan la coloración para el cabello se multiplica por dos.
Muchísimas.
Y también hombres. Porque en estos tiempos que corren, donde la estética ya no es sólo cosa de mujeres, 1 de cada 10 hombres, aproximadamente, recurre también a los tintes de pelo.
Conclusión: muchísimas personas utilizan tintes.
Ahora escucha esto: está demostrado que existe una relación entre el uso de tintes convencionales y el desarrollo de distintos tipos de cáncer y otras enfermedades letales. Esta relación responde a la fuerte y destacada presencia de ingredientes con efectos hormonales en la composición de los tintes que, en su mayoría, contienen entre sus componentes ”perlas” como los ftalatos, los parabenos, los perfumes y otras sustancias químicas con acción hormonal disruptora y dañina.
¿Por qué no se avisa de esto en los envases, con letras rojas enormes?
O mejor, ¿Por qué no se prohíbe el uso de estos ingredientes en productos de un uso tan frecuente?
Bueno, la respuesta a estas preguntas daría para otro post bien largo, y no es el tema que nos ocupa.
Nos basta con apuntar que el uso de estas sustancias en este tipo de productos lleva siendo denunciado largo tiempo, que en el año 2006 la Unión Europea prohibió utilizar más de veinte compuestos químicos por su relación con el desarrollo de distintos tipos de cáncer, y que sin embargo, en el año 2014, un estudió sacó a la luz que la toluidina, un compuesto químico muy peligroso, sigue estando muy presente en muchísimos pigmentos a pesar de estar prohibida.
¿Nadie al volante?
¿Intereses económicos y de otra índole?
Lo mejor que puedes hacer es pensar con la cabeza y buscar las alternativas más lógicas y naturales que, sabes seguro, no van a dañar tu salud.
Porque existen.
Y no agreden.
Y sus ingredientes nunca jamás te provocarán ninguna enfermedad.
Para encontrarlas sólo tienes que leer, bien atenta, las etiquetas. Y descartar todas aquellas que contengan químicos en su composición.
¿Complicado?
No tanto.
Busca lo natural, los nombres que no suenan a estar escritos en idiomas inventados, infórmate y mantén siempre esta premisa: “No es necesario contaminar tu salud para lucir, sin canas, una melena con color”.
Ahora escucha los siguientes nombres:
Henna, cassia, grosellero de la India (amla), índigo, hibisco, cúrcuma, azafrán, remolacha, cáscaras de nuez, espino amarillo, café, jojoba, aceite de coco, avellana…
Suenan mucho mejor, ¿verdad? Más apetitosos, ¿no?
Pues sí. Y, créenos, tu pelo piensa lo mismo.
Existen tintes naturales que recurren al poder de las plantas, de las arcillas y de los aceites vegetales para cambiar el color de tu pelo, cubrir las canas y dejarlo bien nutrido a base de pigmentos que, para nada, dañarán tu salud. Todo lo contrario, ya que se trata de plantas medicinales con propiedades reconocidas y utilizadas desde hace siglos que proporcionarán a tu cuero cabelludo color a la vez que salud, cuidándolo de forma natural y procurando su crecimiento sin asomo de efectos secundarios de ninguna índole.
¿No merece la pena probarlos?
Porque si para no tener canas hay que contaminarse, mejor estamos con canas.
Porque si existen alternativas naturales, eficaces y curativas… ¿para qué usar otras que representan todo lo contrario?
La industria de la cosmética es poderosa.
La belleza representa un alto trono en nuestra sociedad y parece que cualquier cosa vale a cambio de estar bellos.
Sin embargo, hay reductos de resistencia. Empresas comprometidas con tu salud y la de la Tierra que buscan compaginar belleza, medicina y naturaleza formulando productos éticos y libres de sustancias cancerígenas que darán una nueva vida a tu pelo, que no buscan solo riqueza y que luchan porque los consumidores vean, dentro del enorme caleidoscopio que es la industria cosmética, los preciosos regalos que la botánica ofrece para estar guapos sin sufrir.
Caspa, picores, irritaciones cutáneas, ronchas, raíces descoloridas y antiestéticas al cabo de pocas semanas, pérdida de pelo, alteraciones en la cutícula, oxidación producida por químicos…
¿De verdad?
Pero hay más: reacciones alérgicas, irritación de las vías respiratorias, daños en el sistema reproductor, cáncer de pecho, leucemia, calvicie, alteraciones tiroideas, problemas del sistema inmune…
¿Con qué necesidad? ¿Por qué, si existen alternativas que no producen estos efectos?
Que no te engañen: puedes teñirte si quieres, ocultar tus canas, lucir pelazo y dejar de sufrir simplemente tomando conciencia y pasándote a la cosmética ecológica, a los tintes orgánicos, naturales y hechos a base de polvos vegetales. Todos estos efectos secundarios desaparecerán y, para colmo, disfrutarás de enormes ventajas.
Si decides teñirte a base de naturaleza toda esta lista de agravios, enfermedades, incomodidades y problemas desaparece y deja a la vista otra lista, mucho más bonita, verde y acogedora: una en la que prima la salud, el buen olor, la medicina natural, el sentido común y la libertad de ser esa mujer guapa y preciosa que ya eres sin contaminarte.
¿La principal diferencia entre tintes sintéticos y naturales?
Aparte de sus ingredientes, es que los primeros utilizan la agresividad para hacer sus efectos: los tintes sintéticos rompen la cutícula al entrar en contacto con tu pelo, penetrando y alterando la composición y la estructura de tu cabello. De esta manera, tras su uso, puede que tu pelo no vuelva nunca a ser el mismo.
Que quede, para siempre, dañado y alterado.
Es lo que tiene la agresividad, que no sirve para nada más que para hacer daño.
Sin embargo, los tintes naturales utilizan la fuerza del cariño para tratar tu pelo: no penetran en la cutícula, sino que la abrazan, la envuelven, la cubren…tratándola de forma intensa, sin agresiones, y curando con mimo.
Sí, puede que su acción colorante no sea tan potente, pero eso es porque es una acción natural, calmada, suave, cálida… no tiene nada de radical y sí mucho de amorosa.
De hecho, quizás el único “pero” que va de la mano de los tintes naturales es el hecho de que su acción es más discreta y que con una sola aplicación no vas a conseguir cambios ultra radicales a nivel de color. Podrás variar tu color de pelo, con una cobertura total de las canas, pero sólo un tono o dos por encima o debajo de tu color habitual.
Vamos, que son más sutiles y lo de la radicalidad colorativa lo dejan para otros productos: su efecto es mucho más natural y no tan monocromo como puede ser el de los tintes sintéticos.
Otra enorme diferencia es que los tintes vegetales tienen alma curativa.
Por eso, aparte de coloraciones, son también tratamientos de choque que curan el cabello, proporcionándole las medicinas que necesita para brillar con luz natural alejada de artificios.
Un tinte natural es, por tanto, una mascarilla, un bálsamo que trata el cuero cabelludo.
Según sus ingredientes unas acciones serán más potentes que otras pero, por norma general, sus formulaciones incluyen combinaciones de plantas milenarias, cargadas de poder y sabiduría, que aportan hidratación, nutrición, fuerza, brillo, cuerpo, volumen…
Salud, en una palabra. Salud vegetal, si prefieres que las palabras sean dos.
Además, lejos de los efectos que el amoniaco y otras sustancias químicas provocan, los tintes naturales no provocan alteraciones ni tienen ningún efecto secundario. Con ellos, las irritaciones y el famosísimo efecto raíz, que condena a un montón de personas a teñirse cada poco tiempo, desaparece.
Deja de existir.
No está.
Igual que la caspa, la sequedad, los picores… asociados a la composición química y dañina de los tintes sintéticos. O las alteraciones hormonales provocadas por el resto de sustancias peligrosas, omnipresentes y carentes de sensibilidad que están presentes, en mayor o menor medida, siempre, en aquellos tintes alejados del poder vegetal.
El poder de consumir con consciencia
Como usuarios, como consumidores, tenemos el poder de acabar con esta estafa que pone en riesgo nuestra salud a cambio de belleza.
No es necesaria y podemos hacer que desaparezca de una forma sencilla y ultra efectiva: dejando de comprar los productos que contienen ingredientes químicos.
¡Es tan fácil!
Imagina que todo el mundo lo hiciera. Que, de verdad, se diera una reflexión global con consciencia y todo el mundo decidiese ignorar estos productos.
Si no se consumen, producirán pérdidas económicas gigantes. Y si se dan esas pérdidas la industria tendrá la obligación de reciclarse para no morir.
¡Ataquémoslos! No hacen falta armas, ni siquiera táctica o estrategia: todo lo que hay que hacer es comprar con consciencia y apostar, siempre y en todo, por la ecología, la sostenibilidad, los ingredientes de origen vegetal y la salud.
¿Te apuntas?
Conclusiones
Bien, llegados a este punto de la disertación consideramos que ha quedado bien claro porqué utilizar tintes sintéticos es malo para tu pelo y tu salud capilar y general. Que ni siquiera aquellos tintes que presumen de no contener amoniaco son seguros para tu salud (en la mayoría de casos el amoniaco se sustituye por etanolamina, que aunque no huele sigue siendo peligrosa). Y que, tanto a la hora de teñirse como para la cosmética en general, deben primar los ingredientes vegetales. Si pueden ser al 100%, mil veces mejor.
Es tu salud la que está en juego y eres tú quién decide.
Centrémonos ahora en los beneficios de los tintes naturales.
Sin amoniaco, sin agua oxigenada (no es tóxica pero si puede dañar tu piel y tus pulmones), sin sustancias químicas y sin efectos secundarios.
Se adaptan a todo tipo de pelo, tiñen a través de pigmentos vegetales, no rompen la estructura de tu pelo sino que la envuelven, a modo de paño caliente, proporcionándole el poder vegetal contenido en las plantas y los aceites que los conforman, que llevan a cabo un efecto reparador y suavizante con absoluto mimo y medida, sin agresiones, heridas, alteraciones de ningún tipo ni desperfectos irreparables.
El más popular de todos los tintes naturales ha sido siempre la henna, una planta que deja tonos rojizos y que ha reinado como única opción durante años.
Pero no, no todo es henna en el mundo de los tintes naturales y, a día de hoy, el desarrollo de la industria cosmética respetuosa ha dado lugar a formulaciones diversas con alma de distintas plantas que han ampliado la gama de tonos naturales haciéndola compatible con todos los gustos, necesidades y colores de pelo.
Morenos, pelirrojos, rubios, castaños…toda la paleta de tonos de cabello tiene cabida en la coloración natural aplicando el polvo vegetal de distintas plantas que llevan el teñir en su esencia misma.
Así que, le guste a la industria cosmética imperante o no, los tintes vegetales son una opción acertada que te da a ganar salud y un pelo curado, natural y fuerte, sin canas, hidratado y feliz.
Y punto.
Si, además, combinas el uso de este tipo de tintes con el de champús y cremas suavizantes de origen vegetal, biodegradable y ecológico, más medicina y más beneficios.
Como siempre, la decisión es toda tuya. Por supuesto.
Y si hasta ahora has usado la cosmética convencional pero estás transitando a la cosmética ecológica, no desesperes: los efectos de los bálsamos naturales pueden tardar más en hacer efecto en un pelo castigado por las sustancias químicas y los perfumes artificiales.
Sé constante, busca información y prueba para encontrar aquello que mejor te va a sentar y piensa siempre, siempre, antes de claudicar y rendirte a la cosmética dañina que no sólo está en juego tu belleza sino también tu salud integral.
Recomendaciones
Para acabar, por aquello de facilitarte las investigaciones y de hacer patria empresarial eco-lógica, si buscas una recomendación para teñirte con todas las garantías de salud, ecológicas y con composición 100% vegetal, Cultivators es tu marca.
Hecho 100% a base de botánica y ecología, sus resultados son increíbles en cuanto a color y mejoría en la salud del pelo y su formato, en sobres rellenos de polvo vegetal, permite que tú misma fabriques tu mascarilla al gusto solo añadiendo agua.
Tiene un montón de tonalidades, para todos los gustos, y está libre de sustancias químicas artificiales o tratadas químicamente. Además, aplicarlo es sencillo porque se hace después de lavar el pelo, como una mascarilla, y se deja actuar para retirar solo con agua, sin más lavados con champú ni aplicación de fijadores o protectores del color.
No los necesita.
Puedes adquirirlo aquí mismo, en nuestra tienda online, o comprarlo a través de páginas como la de Ecoeko, que además ha hecho un breve video explicando la forma de aplicarlo y todos sus beneficios.
Y ahora, cuéntanos…
¿Te unes al consumo consciente y al uso de tintes vegetales para lucir melena y salud?