Apiterapia: la cura de las abejas
¡¡¡ACHIS!!!
¿…a qué te suena?
Bzzzzzzzzzzz…
¿Y este otro ruido? ¿Te suena?
Pues, aunque te parezca absurdo, ambos ruiditos están íntimamente relacionados.
O bueno, más bien vamos a relacionarlos hoy, y aquí, a través de una palabra: Apiterapia.
¿Qué es?
Pues, aunque no hemos encontrado definición en la RAE que nos permita ser rigurosamente ortodoxos, apiterapia viene a ser la unión de la palabra apicultura con la palabra terapia.
Así es como se conoce al tratamiento en el cual se utilizan diversos elementos provenientes de las colmenas de las abejas para prevenir y curar algunas enfermedades, especialmente las que provocan toses y estornudos, cuya onomatopeya encabeza este post.
La miel, la jalea real, el propóleo, la cera… son medicinas naturales conocidas y utilizadas desde hace miles y miles de años.
¿Quién no sabe –crea o no en la medicina natural- que la miel es un aliado para aplacar síntomas del resfriado?
Pues de la misma fuente que la miel proceden otras medicinas maravillosas, como el propóleo, injustamente desconocidas y silenciadas y que ayudan (mucho) a curar, prevenir, mejorar y/o calmar resfriados y gripes. Porque fortalecen las defensas. Amén de beneficiarnos en otras muchas cosas relacionadas con la piel, la boca, el cerebro o el descanso.
Que todo lo que producen las abejas cura es una sabiduría conocida desde el Neolítico.
Sí, sí. Neolítico.
Nada más y nada menos.
Porque está comprobado que, hace la friolera de 9000 años, nuestros antepasados ya se valían de los regalos escondidos en las colmenas silvestres para crear ungüentos que luego utilizaban como alimento y como medicinas, y también para fabricar cosméticos e incluso para impermeabilizar utensilios.
Sabiduría natural.
Medicina en las colmenas.
Otras grandes civilizaciones, como los Sumerios o los Egipcios, dejaron también constancia de la importancia de las abejas y se valieron mucho de lo que éstas creaban y de sus comportamientos.
En Egipto las abejas fueron, incluso, animales venerados.
Allí fue donde comenzó la apicultura.
Fue desde allí desde donde los beneficios y las propiedades de la miel y sus derivados se extendieron a lo largo y ancho del mundo, llegando hasta nuestros días, donde cada vez se desconocen más sus buenos efectos sobre el organismo en favor de intereses económicos y farmacéuticos.
Así que, piensa esto: las increíbles y trabajadoras abejas son, de alguna manera, un ejército que produce, concienzuda y eficazmente, potentes escudos para proteger tu salud.
Y lo hacen a la vez que transportan vida, polinizando cultivos y plantas silvestres.
Salud y vida vegetal.
Eso representan las abejas.
Recuérdalo cada vez que veas una picoteando flores.
Y, por favor, piénsatelo muy bien antes de aplastar a la típica despistada que, sin querer, se cuele en tu casa. Este hábito tan extendido (y propiciado por el miedo a las picaduras) provoca enormes daños en su pequeño mundo y propaga el odio hacia una especie animal digna de conocer, maravillosamente inteligente, increíble y que, además, es todo un botiquín con patas.
Así que… ¡Larga vida a las abejas!!
BZZZZZZZZZzzzzzzzz….
Todo lo que fabrican las abejas es bueno.
Su pequeño reino, la colmena, contiene auténticos tesoros como la miel, la jalea real, el polen y el propóleo.
Riquezas.
Hoy día, está más que estudiado (y como te contábamos antes: corroborado por siglos de Historia) el enorme potencial que contienen y los grandes beneficios que aportan a la salud estos productos.
No es de extrañar: todos son ricos en sustancias antioxidantes, favorecen un buen estado del sistema inmunológico y poseen una fuerte actividad antimicrobiana.
Por lo tanto, una forma perfecta de cuidarse será incluir el uso de estos productos procedentes de la apicultura en nuestra dieta y cuidado.
Como complementos alimenticios medicinales.
Numerosos estudios avalan que su uso, combinado con una alimentación equilibrada, favorece el fortalecimiento de las defensas y ahorra muchos incómodos síntomas y sufrimientos, visitas al médico, fármacos, vacunas contra la gripe, cleanex y narices irritadas.
Muchas investigaciones (y la Historia) constatan sus propiedades y poder para fortalecer los escudos naturales de tu cuerpo.
Un simple tecleo en Google sobre este tema también te lo puede constatar.
Los datos ahí están: La Historia está repleta de odas a los zumbidos. De quién los emite surgen auténticos antibióticos naturales.
Medicina de la buena.
Es cosa tuya si prefieres tomar ibuprofeno o miel. Ácido acetil salicílico, paracetamol, antibióticos o propóleo.
Tú decides.
Siempre
Y si, finalmente, la decisión que tomas es la de recurrir a la medicina natural preventiva has de saber que uno de los remedios con más potencial de todos los creados por las abejas es el propóleo.
Y que resulta increíblemente interesante como tratamiento para prevenir gripes y catarros durante los cambios estacionales, para tratar problemas bucales, como bálsamo para aliviar y curar quemaduras, como tratamiento para el acné…
Pero, ¿Qué es exactamente el propóleo?
Pues es materia vegetal trabajada por las abejas: una mezcla resinosa que obtienen de las yemas de los árboles y de otros vegetales y que luego procesan en la colmena. Ellas lo utilizan para sellar pequeños huecos y hasta como “barniz” para el interior de la colmena. Un escudo para su castillo que lo protege de los ataques de las infecciones y enfermedades.
Con propiedades antisépticas, antinflamatorias, cicatrizantes, antibacterianas, antimicrobianas… puede decirse que el propóleo es oro vegetal puro.
Toda una joya que sienta de maravilla a tu salud.
Un regalo natural que, combinado con otras plantas medicinales, una dieta equilibrada y un poco de ejercicio, constituirá, también para ti –igual que para las abejas- un escudo protector anti enfermedades e infecciones.
Una dosis extra de fuerza para tu sistema inmune.
Y si, además, ese escudo protector procede del picoteo de las abejas sobre plantas ecológicas, el resultado es, sencillamente, excelente.
Ahora bien… ¿son todos los propóleos iguales?
Pues no. No lo son.
Igual que no es lo mismo una verdura que ha sido sulfatada con productos químicos que una verdura procedente de la agricultura ecológica.
Además, en el mercado existen mil ofertas para comprar propóleos. Incluso en grandes superficies apestadas de falta de respeto al planeta se venden propóleos de dudosa calidad y cuestionable procedencia.
Has de saber que, a la hora de elegir el mejor producto con propóleo es muy importante fijarse en la calidad antes que en la cantidad.
¿Y cómo se determina la calidad?
Pues mira: el propóleo es una sustancia rica en oligoelementos, aceites esenciales, vitaminas, aminoácidos y bioflavonoides.
¿Bioflavo…qué?
Bioflavonoides.
La palabreja en cuestión define a los extractos vegetales que se encuentran de forma natural en las frutas, verduras, raíces, flores, etc… Su principal poder es su gran capacidad antioxidante, pero además cuenta con muchas otras propiedades beneficiosas para la salud.
Vale, pues resulta que el propóleo en estado bruto contiene (¡500 veces!) más bioflavonoides que las frutas. De ahí su acción antibiótica, capaz de combatir eficazmente los intentos de ataques de virus y bacterias.
Por tanto, a la hora de determinar la calidad de un producto con propóleo vas a tener que fijarte en los bioflavonoides: será su presencia la que determinará la calidad, ergo la eficacia, del producto en cuestión.
Un producto elaborado con un propóleo poco concentrado, o muy diluido, no tendrá la misma eficacia que un producto elaborado con propóleo muy concentrado, el cual, por ende, contendrá una cantidad de bioflavonoides mayor.
Así que memoriza la palabreja. Bio Fla Vo Noi Des
Y escanea (siempre) los productos que consumes.
Bien, ahora visualiza las siguientes cosas:
Avellanas. Tomillo. Cerezas. Grosellas. Eucalipto. Higos. Ravintsara. Malvavisco. Hierbaluisa. Hierbabuena. Sauco. Equinacea…
Igual que el propóleo y demás derivados de las abejas y su colmena, éstas son sólo algunas medicinas naturales, cargadas de propiedades y beneficios para la salud.
La naturaleza esconde las mejores fórmulas para tratar nuestras afecciones y dolores… sólo hay que saber encontrar la fórmula perfecta para diseñar el remedio natural perfecto.
Nutriendo a tu cuerpo de naturaleza conseguirás (sin más) medicina para reforzar tu sistema inmune.
Y si, además, lo nutres con una sinergia de plantas naturales, vitaminas y propóleo, conseguirás el tratamiento natural ideal para cada dolencia o necesidad.
Eso sí, recuerda que lo que aquí te proporcionamos son siempre consejos. Decantarse por probar o usar la medicina natural no implica rechazar la medicina convencional ni desoír consejos médicos.
La medicina natural puede ser, también, un refuerzo más contra afecciones que precisan fármacos. Así que, por supuesto, te recomendamos que todas las decisiones relacionadas con tu salud las tomes habiendo consultado más fuentes y a tu médico de confianza.
Llegados a este punto tal vez te estés preguntando cuánto tiempo te va a llevar comprender qué plantas o qué cantidad de propóleo debes tomar para conseguir reforzar tus defensas, para combatir afecciones cutáneas o para tratar un problema buco-dental.
Dependerá, claro, del poder de tu curiosidad, de tu capacidad para investigar, de las fuentes a las que recurras…
Además, hay que tener en cuenta también la calidad y la potencia, dándoles prioridad y la importancia merecida a todas aquellas medicinas naturales que provengan de lugares con certificado de agricultura ecológica.
Pues… ¡sonríe!
Porque para facilitarte este trámite a lo Sherlock Homes nosotros ya hemos investigado por ti, buscando dentro del mercado ecológico los mejores productos a base de propóleo, combinado con plantas medicinales y formulados, uno a uno, específicamente, como completas medicinas y completos refuerzos de tu salud.
Y así, Investigando e investigando… llegamos hasta una casa: Intersa.
Un lugar que nos encanta porque está comprometido con la salud humana y con la salud de la naturaleza.
Intersa lleva 40 años detectando y aportando soluciones basadas en remedios naturales para las distintas necesidades relacionadas con la salud.
Además, se preocupan mucho de aconsejar, de enseñar, de divulgar… un estilo de vida saludable que potencie la salud de forma holística o global, incluyendo en el término “salud” aspectos de la salud física, psicológica y emocional humanas.
Completísimo.
Y con filosofía y certificados ecológicos, para hacerlo ya redondo.
La variedad de sus productos es amplísima y de la mejor calidad.
Productos que contienen el propóleo más concentrado en bioflavonoides del mercado, el cual se combina con las mejores plantas medicinales, frutas o raíces de procedencia ecológica. Todo ello formulado cuidadosamente y bajo la premisa de una constante investigación al servicio de las necesidades de los consumidores, combinado con aromaterapia, fitoterapia, apiterapia…
¿Se les puede pedir más?
Así que, si prefieres ahorrarte investigación y te apetece seguir nuestras recomendaciones “propolísticas”, o api-terapéuticas, sólo tienes que pinchar en este enlace y cacharrear entre la selección que hemos hecho para nuestras estanterías.
Está enfocada en reforzar las defensas cubriendo las necesidades de todas las edades: niñ@s y adult@s. Contiene jarabes maravilla para redorzar el sistema inmune y combatir, previniéndolos, los síntomas del resfriado.
También puedes pasarte por la página de Intersa donde, además de todos toditos sus productos, encontrarás cantidad de información sobre salud natural y hasta una pestaña donde buscar productos según tus necesidades.
Recuerda que las abejas son insectos que fabrican medicinas. Y que apoyando la ecología, la sostenibilidad y la apicultura consciente apoyas su supervivencia, que es también la supervivencia de su hábitat y de la multitud de seres que en él habitan.
Defiéndelas.
.Recuerda, también, que –sin descartar consejos médicos- a veces el mejor antibiótico es un sistema inmune fuerte. Ya sabes: mantener a tus defensas bien “cachas”.