Vamos a hablar del ciclo menstrual.

Pero no sólo eso:

Vamos a hablar de ciclo menstrual consciente.

Y aunque esto de «consciente» pueda parecer un término añadido muy de new age, en realidad es una forma de entender el ciclo menstrual muy necesaria.

Porque a pesar de que en el planeta vivimos aproximadamente 3650 millones de mujeres;

Y a pesar de que se nos supone viviendo en un contexto moderno, progresista y de liberación femenina…

sobre el ciclo menstrual, sobre la regla y sobre los cambios hormonales siguen pesando excesivos estigmas que nos constriñen y nos etiquetan.

Aún hoy, en pleno s.XXI, la regla se entiende como sinónimo de dolor, como un fastidio, como algo sucio o vergonzante.

Todavía hoy a muchas niñas que se convierten en mujeres se les explica ese tránsito con palabras negativas, se les presenta la menstruación como un monstruo que viene a visitarte cada mes, se les siguen trasmitiendo valores y concepciones negativas.

Y puede que ahí este el problema. En todo lo negativo que nos han contado sobre la regla y en lo poco que se nos ha hablado del ciclo menstrual.

¿Y si cambiamos el modo de enfocarlo?

¿Y si hablamos del ciclo menstrual de forma clara y entendible?

¿Y si nos preocupamos de vivir las reglas y nuestro ciclo menstrual de forma diferente?

¿Y si nos comprometemos a traspasar esa visión a otras mujeres y ellas se comprometen a hacer lo mismo?

La regla no es un monstruo.

La regla es una fase más de un ciclo que transita elevando y disminuyendo hormonas que generan los mecanismos necesarios para crear y albergar vida dentro de nosotras.

Y cada fase tiene características, patrones, que responden a esas hormonas y a esa capacidad de crear vida.

Cada fase habla.

Cada fase puede enseñar.

Cada lugar del ciclo es una oportunidad para estar mejor, para conocernos más, para conectar con nosotras mismas, nuestra esencia, nuestros deseos y nuestra energía.

 

Conocer las fases del ciclo menstrual es una forma de empoderamiento femenino que muy pocas mujeres conocen y que, sin embargo, todas deberíamos conocer.

 

Así que, para todas aquellas que no han profundizado en los ciclos menstruales, o para todas aquellas que desean aprender algo nuevo sobre ello, aquí va un post salpicado de pequeñas píldoras de sabiduría menstrual consciente.

Ciclo menstrual y menstruación consciente: conozcámonos

ciclo menstrual

¿Alguna vez has oído hablar del ciclo menstrual consciente?

Seguro que sí, aunque tal vez no con ese nombre.

De todas formas, para empezar por el principio, vamos a definirlo:

Llamamos ciclo menstrual consciente a la sabiduría consistente en identificar los estados físicos y emocionales cambiantes que van afectando a las mujeres a medida que transitan por su ciclo menstrual, un ciclo repetitivo que dura alrededor de 28 días y que todas las mujeres experimentan a lo largo de aproximadamente 40 años de sus vidas.

Dejémoslo bien claro: menstruar no implica sólo los días de sangrado.

Es algo mucho más profundo, cíclico y constante que consiste en diferentes etapas por las que, mes a mes, transitamos todas las mujeres en edad reproductiva.

Conocer esas fases menstruales, por las que nuestro cuerpo y nuestras emociones viajan cada ciclo, puede ser la clave para ser más productivas, creativas, sociales, intuitivas, sexuales… para estar mejor y para relacionarnos mejor, con nosotras mismas y con el resto de seres.

Además de sabiduría, vivir el ciclo menstrual de forma consciente implica eso, consciencia: de nuestra energía, de nuestros cambios, de nuestras necesidades, de cómo nos alimentamos e, incluso, de la forma de higiene que escogemos.

1.Toma de consciencia: eres cíclica

Asúmelo y aprovéchalo

ciclo menstrual

¿Sabes esas noches de luna llena, reluciente, en las que la luna parece enorme y te quedas hipnotizada mirándola?

Si la contemplas cada noche, observarás que la luna cambia, lenta pero constante, cada día.

Y si la observas poniendo consciencia, y además apuntas su forma, el día y el mes, y tus estados de ánimo en un pequeño diario, te darás cuenta que tu energía, apetencias y puntos fuertes se repiten mes a mes coincidiendo con las mismas fases de la luna.

Al ciclo de la luna se le conoce como ritmo infradiano. Dura aproximadamente 28 días y se repite de forma constante.

Exactamente igual que el ciclo menstrual, que se extiende desde la pubertad a la menopausia, dura 28 días aproximadamente y transita de forma constante por etapas repetitivas.

De hecho, una forma muy práctica de entender las diferentes fases del ciclo menstrual es la que los clasifica asociándolos a fases lunares:

Luna nueva- Fase Menstrual

Luna creciente- Fase preovulatoria

Luna llena- Fase ovulatoria

Luna menguante- Fase premenstrual

Como ves, el momento de más luz y más brillo de la luna se relaciona con la fase ovulatoria, que es la fase de más luz de las mujeres. En ella las hormonas que interactúan nos hacen sentir positivas, enérgicas, atractivas, poderosas…

La luna nueva, la oscuridad total, se relaciona con la fase menstrual; es decir, con los días de sangrado de nuestro ciclo, cuando nos sentimos más cansadas, más introspectivas y con menos energía.

Bien. Ahora compara tu ciclo menstrual con las estaciones.

Invierno- fase menstrual

Primavera- fase preovulatoria

Verano- fase ovulatoria

Otoño- fase premenstrual

¿Lo ves?

En verano la luz es intensa, hay calor, se socializa mucho más, los días son más largos… Es la energía de la fase ovulatoria: energía de calor, luz y sociabilidad.

Mientras que en el invierno los días son más cortos, pasamos más tiempo en casa, resguardados, tenemos que abrigarnos y la noche empieza temprano… Es la energía de la fase menstrual: energía de oscuridad, de estar adentro, de descansar más.

Autoconocimiento y autocuidado: lo que necesitas cuando lo necesitas

Pues bien, siguiendo este sencillo patrón de asociar los ciclos a las fases lunares (o a las estaciones, si lo prefieres) te será más fácil identificarlos y, sobre todo, proveerte de lo que necesitas para organizarte y para empezar a estar mejor, alineada con tu energía interna femenina.

Ahora vamos a tratar de plasmar las características y necesidades más comunes según la fase del ciclo, y los autocuidados que debes procurarte para vivir un ciclo menstrual consciente más saludable y placentero.

 

FASE MENSTRUAL

ciclo menstrual fase menstrual ilustración de Nur.Organic

Corresponde a los primeros días de ciclo.

Comienza el día que te baja la regla y dura aproximadamente 8 días, hasta que tu cuerpo deja de sangrar e inicia la siguiente fase.

Los niveles de estrógenos y progesterona están en su punto más bajo.

Comienza lo que se conoce como fase folicular, que es la fase donde se estimulan los folículos de los ovarios, de los que surgirán los óvulos. A la vez, nuestro útero y nuestro cuerpo están haciendo un enorme esfuerzo para expulsar el endometrio, para menstruar.

Esta fase es una fase muy introspectiva, íntima, ideal para mirar hacia adentro…

Nos sentimos sensibles, cansadas, intuitivas, menos sociales.

Por todo esto, la fase menstrual es ideal para darle a tu cuerpo descanso y calor de hogar.

Es el momento perfecto de evaluar, de trazar planes, de organizar trabajo, de meditar, de resolver problemas…

La energía que la domina es una energía reflexiva, una energía que llama a mirar más hacia adentro que hacia afuera.

Culturalmente se nos ha enseñado que esta es una fase sucia, vergonzosa o dolorosa.

Y además nunca se ha tenido en consideración ese enorme esfuerzo que nuestro cuerpo y nuestro útero están haciendo, y se nos exige un rendimiento y actividad similar a la de cualquier otro día del mes.

Sin embargo, dar el salto a una menstruación consciente implica cambiar esta visión y recibir el sangrado como una forma de limpieza y un momento de reconexión.

Conviene desterrar los dogmas patriarcales que nos hemos aprendido sin remedio y cambiar nuestra forma de menstruar: imagínatela como una oportunidad de dejar irse a todo lo malo y reconectar con tus sueños, perspectivas, propósitos, objetivos…

Si puedes, organiza esa semana para tener menos trabajo, menos vida social, menos reuniones o menos obligaciones, y céntrate en descansar, trazar esquemas con nuevos objetivos para el ciclo que empieza, dormir, leer, meditar, escribir…

También es una fase para hacer ejercicio físico moderado: yoga suave, paseos agradables, estiramientos sencillos…

La idea es reservar esos días para llevar a cabo una especie de autocura muy consciente en la que no te sientas culpable por necesitar estar más sola, por los antojos de chocolate o porque necesites acostarte a las seis de la tarde y dormir como un lirón.

Y sí, es cierto: los ritmos de trabajo de la sociedad actual no entienden de fases menstruales ni permiten ese descanso que tanto necesita el cuerpo; así que, sino puedes organizar tu trabajo para descansar plenamente, asegúrate al menos de que las horas no laborables son para autocuidarte.

Escúchate. Aprovecha para soltar lo malo, agradecer lo bueno y visualizar lo que deseas que llegue.

 

FASE PREOVULATORIA

ciclo menstrual fase preovulatoria Esta fase, siguiente a la fase menstrual, se puede interiorizar como una primavera o con la luna creciente: tu cuerpo, ya recuperado y limpio, comienza a florecer de nuevo, y el sol brilla, calentando la energía.

Dentro de tu útero, uno de los folículos ováricos estimulados sigue su desarrollo y empieza a generar estrógenos.

Este es el momento de poner en marcha los proyectos que hemos trazado durante la fase del descanso, porque es la fase del ciclo donde la energía se vuelve creativa.

Aumenta la concentración, crecen la autoestima, la productividad, las ganas de compartir…

Es una fase perfecta para trabajar, para sacar adelante proyectos, para mover esos hilos necesarios para alcanzar ciertas metas, para vencer miedos…

Nuestro cuerpo está fuerte, recuperado y renacido y te sentirás muy creativa y segura.

Aprovéchate de ese sentir, explótalo, detéctalo y trabájalo para que sume a tu favor: es la semana perfecta para las gestiones, para la actividad física, para avanzar en proyectos estancados, para sacar trabajo adelante, para planificar reuniones, para socializar…

 

FASE OVULATORIA

ciclo menstrual- imagen: el camino rubí

Esta fase se caracteriza por ser la más alta cumbre de nuestro ciclo menstrual.

Si te imaginas el ciclo como una montaña, en esta fase llegarás a la cima.

El nivel de estrógenos llega a su punto máximo y el nivel de progesterona comienza a elevarse. Dentro de tu útero ocurre el proceso de liberación del óvulo.

Se caracteriza por ser una fase fértil y llena de energía: te sentirás comunicativa, dispuesta y predispuesta, con ganas de ayudar o implicarte de forma más profunda con tus seres queridos.

También es la fase donde la energía sexual alcanza su pico máximo, así como la empatía, la persuasión o las ganas de escuchar y aprender.

Es la fase más hacia afuera. El verano de nuestro ciclo menstrual.

La fase correspondiente a la luna llena, brillante, redonda y atractiva.  

 

El folículo roto se cierra después de liberar el óvulo y forma el cuerpo lúteo, que produce progesterona. Durante la mayor parte de esta fase, la concentración de estrógenos es alta.

La progesterona y los estrógenos provocan un mayor engrosamiento del endometrio, que se prepara para una posible fertilización.


En esta fase nos sentiremos atrayentes y seguras, triunfadoras, más positivas, más llenas, más creativas y enérgicas, más sociables, relajadas… y hay que aprovecharse de ese chute hormonal que juega a nuestro favor.

Es el momento perfecto para los trabajos en grupo, para hacer comunidad, para avanzar en trabajos que no nos motivan demasiado, para comunicarnos…

Permítete brillar, bailar, seducir, crear, atesorar y crecer durante estos días. Fluye con ellos y aprovecha tu energía para sembrar y guardar, recordando que tras el verano empieza el otoño, y todo lo que avancemos en nuestras tareas ahora, cuando la luz es intensa y dura más, será trabajo hecho para cuando los días comiencen a menguar.

 

 FASE PREMENSTRUAL

Ciclo menstrual Vector iStock SPM

En ella la energía comienza a cambiar y a moverse de nuevo hacia dentro.

Es el otoño interior, la luna menguante.

Esta es una fase ideal para la intuición y para la creatividad.

Para reflexionar acerca de lo que no queremos. Para empezar a disminuir la actividad física. Para empezar a priorizar descanso.

Una fase en la que la sensibilidad aumenta, en la que empieza a apetecernos estar más con nosotras mismas, fluir de forma interna, reflexionar…

Es un momento genial para dar espacio al silencio, a la observación, para prestar atención a los sueños, para seguir intuiciones, para dar rienda suelta a la pasión sexual…

Dentro de ti el óvulo sin fertilizar deja de producir progesterona y el nivel de estrógenos comienza a bajar: tu cuerpo está empezando un proceso de depuración y purificación que culminará con el sangrado y el inicio de la nueva menstruación.

2. Alimentación según las fases del ciclo

Ayúdate a estar mejor alimentándote con consciencia

La consciencia menstrual no termina en detectar los estados de ánimo y energías relativos a cada fase del ciclo.

Puede extenderse un poco más allá y hacerse una herramienta más completa si, además de atender a nuestros cambios, nos nutrimos según ellos con más consciencia.

Eres lo que comes.

Que tu alimento sea tu medicina y tu medicina tu alimento.

¿Te suenan estas frases?

Pues interioriza su significado: si le das a tu organismo los alimentos-medicina que necesita según la fase del ciclo en la que estés, te sentirás mejor.

Fase menstrual

En la fase folicular las concentraciones de estrógenos se van elevando hasta que empezamos a ovular.

Este aumento de estrógenos provoca que aumente también nuestra sensibilidad a la insulina, lo que quiere decir que nuestro cuerpo gestiona mejor la ingesta de carbohidratos, los cuales convierte en energía.

Durante la fase menstrual, en la que nuestro cuerpo sangra y la energía es más fría, conviene evitar los lácteos y aumentar la ingesta de alimentos ricos en Hierro y en vitamina C. También es importante procurarse Omega3 y Potasio y tomar alimentos diuréticos.

Dale a tu cuerpo sopas y cremas calientes a base de verduras frescas y de temporada.

La calabaza, la zanahoria, la remolacha, el pepino, la patata, las setas, el aguacate y las verduras de hoja verde te sentarán genial para no sentirte excesivamente pesada.

Las lentejas, frutos secos como nueces o cacahuetes, uvas pasas, zumos de naranja y limón, infusiones de té verde, cúrcuma para reducir la inflamación o semillas como las de lino y chía, ricas en Omega3 y también antinflamatorias, serán alimentos perfectos para acompañar esta fase.

El chocolate negro o el cacao también pueden ser buenos amigos para tener cerca y concederse antojos dulces.

Fase preovulatoria

Aquí tu cuerpo y tu energía comienzan a reactivarse y es el momento de disminuir la ingesta de grasas y aumentar la de carbohidratos.

Avena, arroz y pasta integral, garbanzos, miel, plátano, quinoa, patés vegetales, lentejas… Añade verduras y frutas de temporada y disfruta de la energía dinámica y activa que te acompaña.

Fase ovulatoria

El cuerpo se prepara para un posible embarazo. Los estrógenos están en su pico máximo y la progesterona aumenta.

Conviene reducir la ingesta de carbohidratos y procurarse de nuevo  alimentos ricos en hierro, legumbres, verduras de hoja verde… Conviene controlar también la ingesta de grasas y tomar frutos secos, semillas, sésamo… Los guisantes, el brócoli, el kiwi, los huevos, las setas, los pistachos, la quinoa… pueden ser aliados para estar al cien por cien por dentro y por fuera.

Fase premenstrual

Comienza la fase conocida como fase lútea, el otoño…

La luz empieza a descender lentamente y nuestro cuerpo necesitará más grasas para convertirlas en energía. Así mismo, conviene prestar atención y consumir alimentos que nos procuren fibra, y evitar los carbohidratos.

Aceitunas, espárragos, frijoles, calabaza, tahini, queso, yogur, avena, plátanos, frutos secos, chocolate negro… Todo ello, como siempre, combinado con frutas y verduras de temporada ayudará a tu cuerpo a regularse, a generar la energía adecuada y a prepararse para la siguiente fase, la más pesada.

 

Como ves, no hace falta saber de técnicas culinarias expertas ni ser una cocinillas. Ni siquiera estar excesivamente conectada con el tema de la alimentación ni volverse una radical.

La clave está en priorizar aquello que necesitamos en cada momento, y combinarlo de forma sabia y mesurada con lo que nos apetezca o nos pidan nuestro estómago y nuestras papilas gustativas.

Eso sí, evitar los alimentos procesados y comprar de temporada priorizando las frutas, verduras, legumbres y semillas siempre será un acierto para ganar salud.

3.Ecología:

el cambio necesario para menstruar con salud

Para redondear, hay una última cosa que hacer para que los ciclos menstruales se vuelvan cien por cien conscientes y saludables: agregarles ecología.

Piénsalo: cada vez que menstruas necesitas un extra de higiene y una manera eficaz de recoger esa sangre. Lo que la mayoría hace es comprar compresas y tampones, hechos de fibras sintéticas y plástico, con blanqueantes añadidos, y químicos para disfrazar olores.

Si somos más de 3000 millones de mujeres en el mundo y cada una de nosotras utiliza, de media, una caja de tampones y otra de compresas en los días de regla, estamos desechando, atención, en un solo mes, toneladas de residuos tóxicos al planeta.

Es decir, estamos desechando contaminación.

Pero no sólo eso: estos productos son agresivos con la zona íntima y pueden provocar reacciones alérgicas, irritación, picores e incluso alteraciones en la flora vaginal.

Agregar ecología a nuestros días de menstruación implica cambios radicales saludables para las mujeres y para el medio ambiente.

Y si absolutamente todas, los más de tres mil millones que somos, rechazásemos ese tipo de productos desechables y dañinos y los cambiásemos por otros, reutilizables, amorosos, saludables y cómodos, ganaríamos en salud femenina y, además, en sostenibilidad y futuro medioambiental.

Las mujeres conscientes que quieran empoderarse y fluir con sus ciclos menstruales han de probar alternativas saludables y sostenibles, como la copa menstrual y las compresas de tela.

Y, una vez más, aquí, el esfuerzo principal pasa por derribar todos los prejuicios heredados del arcaico sistema patriarcal y reinventarse, verificando que las opciones eco-lógicas para menstruar son igual o más cómodas que las convencionales, más económicas y mucho muchísimo más sostenibles a largo plazo.

La copa menstrual

Toda una re-evolución que ha permanecido silenciada largos años y que en los últimos tiempos destaca.

Las estadísticas indican que las mujeres que la conocen y la ponen a prueba se sienten a gusto con ella y valoran mucho sus enormes beneficios.

Una copa menstrual puede durarte hasta diez años (diez años sin comprar tampones ni compresas y estando limpia, segura y bien).

Están hechas de materiales biocompatibles con tu cuerpo y tus zonas íntimas, se ponen de forma parecida a un tampón y recogen la sangre menstrual en lugar de absorberla.

Se usa, se lava y se vuelve a usar.

Y cuando pasan los días de regla, se esteriliza en agua hirviendo durante 3-5 minutos y se guarda en una bolsa de tela hasta el siguiente sangrado.

Puedes hacer de todo con ella, excepto tener relaciones sexuales, claro.

Ni la notas ni la notan.

Y puedes llevarla hasta 12 horas, sin preocuparte de síndromes de shock tóxicos ni ninguna reacción dañina para tu cuerpo.

Las compresas de tela

Son la opción más inteligente y más sostenible para sustituir a salvaslips y compresas convencionales de usar y tirar.

Están hechas de suave algodón orgánico y llevan en su interior capas de tejido absorbente para aportar más seguridad y limpieza.

Son igual o más cómodas que las compresas habituales, no se notan, ni abultan, ni calan…

Las usas, las lavas y las vuelves a usar.

Y así ciclo tras ciclo.

Sin contaminar.

Con unas 5 compresas de tela puedes tener un pack perfecto para los próximos años y ahorrarte todos los paquetes de compresas y tampones convencionales que usarías sin estas alternativas eco.

El planeta, tu zona intima, tu cartera y tu comodidad te estarán muy agradecidos.

GineVitex

Y si, además, deseas vivir tus ciclos fluyendo de forma gradual, con tus hormonas reguladas, con buena energía, sin dolores menstruales, ni hinchazones e incomodidades premenstruales, hay otro producto eco más a sumar a tu ciclo: Ginevitex.

Igual te suena a chino, pero no es nada raro:

Ginevitex es un regulador hormonal ecológico hecho con todas las partes de una planta  cuyas principales propiedades pasan por ser reguladora del sistema hormonal femenino.

1 ml de Ginevitex al día, tomado con consciencia, ayuda a reducir todas las incomodidades y dolores que asociamos a la menstruación y al ciclo menstrual y que solemos aliviar con medicamentos como el ibuprofeno, que hacen mucho daño a nuestro estómago, nuestra sangre y nuestro organismo.

Menos química y más naturaleza para hacer un ciclo menstrual consciente y redondo.

Conclusiones

Basta ya de sufrir.

Basta ya de seguir creyéndonos que ser mujer es engorroso, complicado, difícil… o que menstruar es sucio y un tabú.

No, señor.

Somos cíclicas, somos sabias, somos creadoras de vida, somos un universo cambiante lleno de potencialidades y recursos.

Sólo hay que abrir los ojos.

Derribar los estigmas que nos han impuesto las ideas machistas y retrogradas de los siglos pasados y dar un pequeño (gran) salto para reconciliarnos con nosotras mismas.

Tomar consciencia de nuestro ciclo menstrual nos hace tener más poder, conocernos mejor y gestionar nuestras tareas, nuestros deseos, nuestra alimentación  y nuestras relaciones en función de la fase en la que nos hallemos.

Sin dolor y sin complejos.
Sin contaminar.
Sin poner en contacto con nuestra zona íntima productos agresivos.

Sin escondernos.

Las alternativas para la liberación femenina y para disfrutar plenamente de ser mujer están ahí, esperando ser la única opción.

Sólo tú puedes decidir si las agarras y te empoderas, o si quieres seguir perpetuando esa idea de dolor, suciedad, contaminación y negatividad que ya lleva demasiado tiempo rodeando y constriñendo nuestros ciclos internos.

Sólo tú tienes en tu mano ser más libre y sumar a favor de un mundo más limpio  y más lleno de sabiduría consciente y ecológica en femenino.

¿Te unes a la re-evolución de los ciclos menstruales conscientes?