Aunque parezca increíble, ingerimos una media de dos kilos de labiales a lo largo de nuestra vida.
Muy fuerte.
Pero lo más increíble de todo es que este tipo de cosméticos para los labios se fabrican con derivados del petróleo, aceites minerales, microplásticos… que –se sabe- pueden producir daños graves en el organismo. Y, claro, muchos más si encima nos los comemos.
Lo peor es que todo esto se sabe hace tiempo: el uso continuado de este tipo de ingredientes tóxicos en los labios tiene muchas, muchísimas más papeletas de causar daños irreversibles. Aun así, ahí afuera hay miles de personas que lo desconocen y que, diariamente, directamente, se están envenenando por el simple hecho de hidratarse o pintarse los labios.
Haz correr la voz: no hay porqué contaminarse. Hay maneras naturales y económicas de cuidar los labios sin exponernos a daños internos.
Tesoros sencillos y poderosos, como el aceite de jojoba o el de almendras, capaces de nutrir en profundidad sin envenenarte. O la cera de abeja, densa y muy nutritiva, que los hidrata y protege a la vez.
Con cualquiera de estos tres, tendrás protección y nutrición labial natural. Si los mezclas, obtendrás un ungüento hidratante poderoso, rejuvenecedor y protector, 100% natural y saludable, que jamás le hará daño a tu organismo (ni siquiera aunque, sin querer, te lo vayas comiendo)
Puedes hacer tú la mezcla (a mal que te salga no será peor que un “cacao de labios” convencional).
O puedes llevarte a casa esta maravilla de bálsamo hecho sólo con esos tres ingredientes naturales (de procedencia Bio, por supuesto) e ideado para nutrir los labios en profundidad, protegerlos, embellecerlos y, además, no contaminarte a ti en el proceso.