Ya te has decidido: quieres cambiarte al champú sólido.
No paras de oír hablar de todas sus ventajas y beneficios. De ver cómo grandes marcas se han pasado a esta fórmula repentinamente. De oír a celebrities e influencers hablar de lo maravillosos que son…
Ahora toca decidirse por cuál comprar.
Y no es una decisión fácil: en el mercado ya hay mil opciones y, además, abandonar tu champú “de toda la vida” te da un poco de reparo, por miedo a que tu preciosa y rebelde cabellera pierda fuerza, brillo, volumen, salud…
Te entendemos.
Los cambios siempre son complicados. Y más si hablamos de peluquería, ¿verdad?
Pues aquí va un post destinado a poner sobre la mesa todas las ventajas que el champú sólido representa, además de para recomendarte los que (a día de hoy) nos parecen los mejores y más fiables: esos que harán que te olvides, para siempre, del bote de champú al que tan fiel has sido durante tanto tiempo.
Champú sólido: una alternativa mejor para tu salud
La primera virtud, y quizás la más importante, que un champú sólido representa es que este tipo de champús no agreden tu salud: están hechos de ingredientes naturales y libres de tóxicos susceptibles de dañarte.
Y puede que tú estés pensando: “Mi champú habitual, ese que viene en frasco de plástico y formato líquido, tampoco hace daño a mi salud”.
¿De verdad?
Sólo tienes que darle la vuelta al envase y leer su composición: encontrarás una enorme cantidad de números, letras y “palabros” que se corresponden con elementos químicos.
Elementos químicos agresivos con la salud que, además, no sirven para nada excepto para crear texturas, olores, espumas o falsa salud capilar…
En cambio, los champús sólidos suelen estar hechos de ingredientes naturales en forma de aceites esenciales o extractos de plantas medicinales.
Ningún champú sólido que presuma de ser natural y amigo del medio ambiente debería contener en su etiqueta alguno de los ingredientes que vamos a enumerar a continuación:
En la mayoría de los champús convencionales se incluye un compuesto llamado Sodium Laureth Sulfate (también Sodium Lauryl Sulfate) una sustancia que se integra con el único fin de crear espuma.
Y sí, la espuma es agradable, pero el problema es que este espumante de nombre compuesto tiene la propiedad de destruir los lípidos naturales que nuestra piel genera para defenderse de forma natural.
¿La consecuencia?
El Lauril Sulfato de Sodio irrita la piel, la seca y reseca, produce caspa, picores, ronchas y descamaciones… y, además, daña severamente el folículo piloso frenando el crecimiento normal del cabello.
Y esto sólo para crear espuma abundante.
Pero espera, porque este compuesto (omnipresente en la mayoría de los champús convencionales, pero también en geles y jabones) también tiene muy bajo peso molecular, lo que le otorga la capacidad de introducirse en tu organismo de manera sencilla a través de tu cuero cabelludo.
Una vez dentro de ti puede hacer mucho daño en órganos tan importantes como tu corazón, tu hígado y tu cerebro. Incluso puede ser culpable de generar cataratas en tus amados globos oculares e incluso de retrasar la cicatrización de heridas o provocar que los ojos de los peques no se desarrollen con normalidad.
Y todo ello única y exclusivamente (insistimos) para generar espuma: para absolutamente nada más.
¿Más ingredientes malignos de los que te librarás cambiando a un champú natural?
Ftalatos, por ejemplo. Unas sustancias químicas que se introducen en la composición de muchos productos de higiene para hacerlos más flexibles o conseguir que las fragancias incluidas en esa fórmula se adhieran a la piel.
¿Sus consecuencias? Se relacionan con enfermedades del riñón, del hígado y de los pulmones, alteran el sistema endocrino (responsable de la segregación hormonal) y pueden causar defectos de nacimiento.
Otro: los parabenos, presentes en casi todos los tipos de productos de higiene personal.
Se trata de conservantes añadidos en el champú para prevenir el crecimiento de moho y bacterias en el producto. Y sí, su labor puede ser muy loable, pero sus consecuencias en la salud son desastrosas: causa irritación, dermatitis, rosácea y alergias.
Además, cuando entran en contacto con los rayos UVB provocan daños en la piel y el ADN, además de envejecimiento prematuro. Y, encima, son graves perturbadores del sistema endocrino y pueden provocar problemas de fertilidad.
Menuda joya, ¿Verdad?
Pues seguimos para bingo.
Propilenglicol y polietilenglicol (PEG, PPG): muy presentes en champús, toallitas, pastas de dientes, desodorantes…También puedes encontrarlos en líquido de frenos y anticongelantes.
Entre sus «virtudes» están su capacidad para dañar el hígado, el corazón y el sistema nervioso, además de una enorme facilidad para causar reacciones alérgicas, eczemas y urticarias.
Seguimos: Diazolidinyl urea y urea Imidazolidinyl. Dos conservantes más que, además de debilitar el sistema inmune y ser susceptibles de provocar cáncer, causan dolor articular, alergias, dolor de cabeza, depresión, fatiga crónica, asma, mareos, presión en el pecho…
Venga, uno más: alquitrán de carbón, un producto altamente cancerígeno.
Lo encontrarás bajo nombres como aminofenol, diaminobenceno y fenilendiamina. Se utiliza para dar color a los productos y también como ingrediente anticaspa.
¡Ah! Y las fragancias y perfumes sintéticos que se les añaden esconden fórmulas químicas de más de 200 ingredientes susceptibles de causar trastornos estomacales, migrañas, mareos, tos…
¿Qué te parece? Y esto es sólo la punta del iceberg: hay muchos más ingredientes dañinos en nuestros productos de aseo.
La mejor forma de combatir esto es dejando de consumir productos con ingredientes tóxicos en su composición:porque si nadie los compra, desaparecerán.
Champú sólido: todas sus ventajas
Un champú sólido 100% natural nunca contendrá parabenos, ftalatos, Diazolidinyl, PEG… ni este tipo de sustancias basurilla.
Sus ingredientes suelen componerse de plantas aromáticas medicinales que, además de cuidar el cuero cabelludo y no producir daño alguno en el organismo, tienen la capacidad de sanar nuestra cabellera.
Y cuando decimos sanar significa limpiar a base de principios activos naturales con capacidad para regular el PH de la piel, evitando descamaciones, picores, caída… y proporcionando cuerpo, brillo, suavidad y fuerza.
Además, claro, de no producir daño alguno en la piel, en la salud o en tus órganos vitales.
Las arcillas, el coco, la manteca de cacao, los tensioactivos naturales, el aceite de ricino y los aceites esenciales suelen ser los únicos ingredientes que encontrarás en un champú sólido: y nada de ello te hará daño, sino todo lo contrario.
Además, estos ingredientes naturales conseguirán que tu pelo dure limpio mucho más tiempo con mucha menos cantidad de producto y con un solo enjabonado: sin necesidad de repetir si no te apetece.
Y como vienen en formato sólido, duran mucho más que un champú convencional.
Ahora bien, si nos ponemos a sumarle ventajas, una de las cosas más sensatas que tienen los champús sólidos naturales es que son 100% amigos del medio ambiente.
Al proceder de ingredientes orgánicos y no llevar químicos añadidos, cuando los restos de los champús naturales se van por el desagüe se convierten en agua edulcorada con fórmulas naturales que se disolverán sin dejar rastro.
Y como no tienen ningún tipo de envase (ellos mismos son el envase porque funcionan como el jabón en pastilla) no generan residuos plásticos, ahorrándole disgustos y basura que deglutir a la madre naturaleza.
Además, suelen ser veganos y tener etiqueta cruelty free, algo esencial si no queremos ser cómplices de tortura animal.
Entonces, si además de cuidar tu salud, cuidan del planeta y de la salud de todos los habitantes de la Tierra… ¿Qué razón puede haber para comprar un champú que no haga todo esto?
Champú sólido natural y ecológico: nuestras recomendaciones
Tenemos tres nombres para ti:
Los tres son sinónimos de cosmética ecológica cien por cien natural y de calidad.
Los tres se corresponden con marcas fabricantes de champú sólido 100% natural, orgánico y hecho de plantas medicinales de procedencia ecológica.
Y todas son empresas nacionales lideradas por mujeres que han creado auténticos laboratorios cosméticos cargados de ecología, sostenibilidad y sabiduría botánica.
Ablana cosmética: el poder de las plantas silvestres para sanar todo tipo de pelo
Ablana cosmética es una pequeña empresa de cosmética ecológica liderada por una madrileña afincada en la zona rural de Asturias: su champú sólido es todoterreno y lleva maravillas como aceite de avellana, aceite de romero y ortiga.
Una auténtica pasada hecha 100% de naturaleza y medicina vegetal que sirve para todo tipo de pelo, huele a plantas silvestres asturianas, hace mucha espuma sin tener espumantes añadidos, y deja el pelo suave y fuerte desde el primer lavado.
Además, su formato incluye una pastilla de champú sólido bastante grande y que (siempre que después de usarla la dejes en un lugar seco) dura un montón.
Lo cierto es que en nuestra tienda es el más vendido y que quienes lo usan repiten siempre destacando su polivalencia y la cura casi instantánea que ejerce sobre las melenas más apagadas.
Ecoeko: cosmética sólida ecológica de la más alta calidad y en envoltorio de tela
He aquí una casa de cosmética ecológica que destaca por la calidad certificada de los ingredientes que utiliza, por sus fórmulas limpias, por su precioso packaging (sus champús vienen envueltos en lindas telas recicladas) y porque ha sabido crear un champú sólido para cada tipo de pelo, añadiendo en cada formulación aceites esenciales de plantas con propiedades sanadoras reconocidas hace siglos.
La gama de champús sólidos de Ecoeko cuenta con champú para pelo graso, para pelo seco, para pelo normal, para pieles sensibles y para pelo cano.
Las arcillas, la manteca de cacao y el aceite de ricino son la base que luego se mezcla con aceites esenciales como el de lavanda, romero, bergamota, limón, salvia, caléndula… y con tensioactivos naturales.
El resultado son champús sólidos impecables y de enorme potencia que destacan por sus olores puros asociados y sus resultados maravilla, cuidando la salud del pelo desde la raíz con fórmulas cien por cien biodegradables y ecológicas que merece (mucho) la alegría probar.
Lavándula: un laboratorio cosmético Bio con un champú sólido especifico para cada pelo
Este precioso laboratorio cosmético Bio con raíces vascas ha elaborado una línea de champú sólido muy completa (también cuentan con un champú sólido especifico para cada tipo de pelo y problema) hecha de ingredientes Bio y aceites esenciales de la máxima calidad.
Cuentan con champú para pelo normal, seco, graso y cano: cada uno con una formulación hecha de medicina vegetal para limpiar, sanar, suavizar y dar cuerpo al cabello.
Y, por supuesto, 100% zero waste y biodegradables, para que lavarse la cabeza no signifique contaminar de ninguna manera.
Conclusiones
Por supuesto, estos champús sólidos son nuestros favoritos y los que más te recomendamos según nuestros criterios y experiencia en el trato con personas que han ido comprándolos y poniéndolos a prueba con grandes triunfos y alegrías.
Si prefieres probar con otras marcas, adelante: sólo recuerda mirar muy bien que sea un champú sólido cien por cien natural y ecofriendly, que no dañe tu salud ni la del planeta.
¿Qué necesidad hay de ensuciar las aguas, el medio y nuestro organismo si podemos lavarnos con un champú sólido que sea limpio de verdad y no genere sufrimientos a nadie?
Mi nombre es Cristina y me parece super interesante vuestro producto , lo que mas destacaria es vuestro compromiso con el medio ambiente os felicito a todo el equipo , y se que además mo es nada fácil poner un producto en el mercado , os felicito .
saludos cordiales
Cristina
Muchísimas gracias por tus palabras Cristina.
Un abrazo!